¿Qué habría sido del cine sin el tabaco?. Era un elemento indispensable en las películas clásicas. Ahora no tanto.
El cine negro de los cuarenta olía a tabaco, también el western. Cualquier estrella debía tirar una colilla de cigarillo con destreza, como lo hacían Humphrey Bogart, John Wayne o BetteDavis, o sujetarlo con la comisura de los labios, igual que Robert Mitchum.
Se podía ver esta moda en algunos films de Fritz Lang como: M, el vampiro de Düsseldorf.
Pero está claro que no todo se debía a la magia de la nicotina; detrás de todo esto , muchas veces, había intereses puramente económicos; mucho dinero, un negocio que satisfizo a la industria del cine y a las tabacaleras.
Las estrellas fumaban unas determinadas marcas, y las anunciaban por radio. Según un estudio que publicara Tobacco Control, perjudicó los pulmones de millones de espectadores embaucados por el influjo de las Star System, que promocionaban su consumo.
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